miércoles, 13 de enero de 2021

F.C. y E. I Grupos: 1D y 1E 13-01-21

 

14-01-21     El conflicto, una oportunidad para aprender a ser mejor

 

Aprendizaje esperado: Comprende los elementos que intervienen en un conflicto y crea las condiciones básicas para solucionarlo.

 Énfasis: Identificar las causas que pueden originar conflictos y sus implicaciones en la convivencia diaria.

¿Qué vamos a aprender?

En esta sesión identificarás las causas que pueden originar conflictos y sus implicaciones en la convivencia diaria. Se comenzará por entender qué es un conflicto y cuáles son las causas que lo originan o que lo provocan; revisarás también las emociones y los estados de ánimo, e identificarás cómo reaccionar ante los conflictos.

Lo anterior te llevará a comprender mejor a las demás personas y a pensar en la mejor manera de desenvolverte ante un conflicto, para lograr una convivencia pacífica y armónica.

¿Qué es conflicto?

Un conflicto es una manifestación de intereses opuestos, en forma de disputa. Tiene muchos sinónimos: pelea, discrepancia, desavenencia, separación, todos con una valoración negativa a priori. Vale la pena detenerse en que el conflicto es una construcción social diferente a la violencia, que puede involucrarla, así como puede no hacerlo.

El conflicto interpersonal es una situación de desacuerdo, entre dos o más personas, en la que cada una de las partes tiene intereses o posiciones contrapuestas. Son muy frecuentes, incluso con las personas que mejor nos llevamos.



 

 

Un conflicto interpersonal puede ser:

  • Unilateral. Una persona que tiene una queja o disputa con otras.
  • Bilateral. Dos partes que quieren algo, cada una de la otra.
  • Multilateral. Un grupo de varias personas que se encuentra fracturado a través del conflicto.

A continuación  se muestra una  lista con los principales tipos de conflictos. Los podemos clasificar de dos maneras: por la cantidad de personas que participan o por sus características.

  • Conflictos personales. En estos conflictos, los participantes tienen prejuicios entre sí y suelen estar unidos por lazos más estrechos. Muchas veces el origen de los conflictos personales tiene relación con factores emocionales.
  • Conflictos de grupo. En los conflictos de grupo el problema se origina entre más de dos personas por motivos religiosos o ideológicos, políticos o económicos.
  • Conflictos ideológicos. En los conflictos por ideologías políticas las posturas de los individuos enfrentados son opuestas o defienden intereses de clases distintas. Las diferencias de las posturas serán muy claras y en algunos casos podrían convertirse en conflictos armados si una o las dos partes tiene o pretende el poder de una nación. En la política es normal y esperable un conflicto ideológico que se pueda debatir y, a veces, las argumentaciones son agresivas. En los conflictos por ideologías políticas es muy común observar despliegues propagandísticos.
  • Conflictos religiosos. En los conflictos religiosos podemos encontrar diferentes sectores enfrentados dentro de un mismo culto tanto como diferentes cultos que se oponen entre sí. Las pugnas tienen que ver con la interpretación de las escrituras correspondientes o las doctrinas que se eligen adoptar. Estos conflictos han tenido desenlaces violentos a lo largo de la historia. Incluso es muy usual ver conflictos religiosos provocados por dos o más cultos que se autodenominan «la religión verdadera».
  • Conflictos políticos. En los conflictos políticos los bandos o sectores intentan obtener el poder político, económico y territorial de un estado. La predominancia de un sector significa la ausencia de la otra facción en el poder, salvo en maneras indirectas y menos importantes. En algunas ocasiones los conflictos políticos desencadenan guerras civiles o conflictos armados entre países.
  • Conflictos filosóficos. En los conflictos filosóficos las diferencias son subjetivas a cada filósofo, es decir que no todos ven las cosas de igual manera o se encuentran en la misma postura. Cada uno tiene su interpretación sobre un tema, una escuela o un problema y muchas veces cada visión excluye a las demás. Estos conflictos no generan conflictos mayores o más violentos.
  • Conflictos armados. En los conflictos armados los grupos suelen ser militares o paramilitares y pretenden obtener el poder, territorio o recurso disputado a la fuerza.




Somos individuos con opiniones, valores, deseos y necesidades diferentes a las de los demás, por tanto, siempre llega un momento en que esas diferencias dan lugar a situaciones conflictivas.

Los conflictos son inevitables en las relaciones con los demás, y por tanto, lo mejor es aceptar su existencia como algo normal y aprender a manejarlos de forma constructiva.

¿Cómo actuamos cuando existe un conflicto? 

“Lo primero que nos planteamos es qué debemos hacer para arreglar el conflicto, intentando buscar una solución. El primer impulso que tenemos es el de arreglar la situación. Sin embargo, no solemos plantearnos qué no debemos hacer. 

¿Por qué no lo hacemos?

  • Habitualmente no observamos las consecuencias de nuestro comportamiento, nuestras actitudes, palabras y efecto sobre los demás.
  • Porque deberíamos centrarnos en cómo actuamos impasiblemente a las consecuencias de nuestros comportamientos, evaluando si la causa la encontramos siempre en el otro o si alguna vez lo hacemos en nosotros mismos también.
  • Deberíamos preguntarnos a menudo qué tengo que ver yo con lo que está pasando. Muchas veces intentamos poner solución con nuestra mejor intención y sin embargo,  empeoramos la situación. Podemos hacer memoria y basarnos en nuestra experiencia pasada, para comprobar si alguna vez hemos aplicado lo que pensábamos que iba a ser la solución y lejos de encontrarla,  se convertía en un problema mayor.”

 Afrontar los conflictos tiene muchas ventajas:

– Más oportunidades de lograr nuestros deseos y objetivos

– Mejorar las relaciones interpersonales, incrementando la comunicación eficaz, apoyo y confianza mutua, aprecio y cooperación.

– Mantener emociones positivas como: alegría, autoestima, seguridad, confianza, etc.

 La resolución de conflictos se puede realizar siguiendo 5 fases:

– Reconocer el problema y mantener una actitud adecuada ante él

– Formular el problema de forma clara, teniendo en cuenta cómo lo ve el otro

– Buscar alternativas

– Evaluar las alternativas y elegir la mejor

– Puesta en práctica y evaluar los resultados

La mejor manera de resolver los conflictos interpersonales es manteniendo actitudes asertivas. Recordamos que la asertividad se define como la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás, si no, negociando con ellos su cumplimiento.

 

 Algunas de estas actitudes pueden ser:

– Intentar minimizar el conflicto: relajarse, pensar antes de hablar, mantener el control.

– Dialogar: se basa en que las dos personas que tengan el conflicto puedan expresar sus sentimientos y opiniones, escuchándose y comprendiéndose el uno al otro.

– Buscar soluciones gano-ganas: buscar soluciones con las que todos los implicados salgan ganando y puedan sentirse bien manteniendo su autoestima.

– Diferenciar entre posición e interés: si se analiza a fondo existen intereses compatibles, intereses en común, a pesar de tener posiciones enfrentadas. Ese es el camino para encontrar la fórmula ganar-ganar. Conocer los intereses propios y reconocer francamente los de la otra parte es la mejor manera de encauzar una negociación.

– Respuesta creativa: se trata de cambiar problemas a posibilidades, escoger buscar lo que se puede hacer, en vez de quedarse con lo terrible que es todo.  Se busca afirmar que vas a escoger extraer lo mejor de la situación. 

– Empatía: ponerse en el lugar de la otra persona.

– Escucha activa: atender al mensaje que nos quiere transmitir y comprenderlo.

– Uso adecuado del “Yo”: atacar al problema no a la persona; expresar cómo es para mí, no lo que el otro debería hacer.

– Negociación: enfocarse hacia las necesidades, no en las posiciones; enfatizar las áreas en común; ser creativo con las opciones y realizar acuerdos claros.

Todas éstas, son actitudes asertivas que podemos aprender a desarrollar o mejorar, para así, evitar el impacto que tiene sobre nosotros y sobre los demás la presencia de conflictos interpersonales. 


Actividad:

·        

  • ¿Qué es un conflicto para ti?
  • ·         ¿Cómo solucionas un conflicto?
  • ·         Menciona dos ejemplos de conflicto ya sea en tu casa o tu comunidad.